Rusia destruye Patrimonio de la Humanidad en Ucrania

Dos personas murieron y una catedral ortodoxa resultó destruida en unos ataques rusos nocturnos contra la ciudad portuaria de Odesa, indicaron ayer las autoridades de Ucrania, cuyo presidente prometió “represalias” contra Moscú.

El Ministerio ucraniano del Interior informó los dos decesos. Igualmente hubo 22 heridos, entre ellos cuatro menores de edad de entre 11 y 17 años.

Según las autoridades ucranianas, Rusia lanzó 19 misiles por tierra, mar y aire contra esta ciudad del mar Negro, de los cuales nueve fueron derribados.

Misiles contra ciudades pacíficas, contra viviendas, contra una catedral”, dijo el presidente Volodímir Zelenski. “Habrá represalias contra los terroristas rusos por lo ocurrido en Odesa”, prometió el dirigente.

En los ataques resultó “destruida” la catedral ortodoxa de la Transfiguración que fue reconstruida tras su demolición en tiempos de Stalin.

La Catedral de la Transfiguración, en el centro histórico de Odesa, bajo protección de la Unesco, fue destruida. Un crimen de guerra que nunca será olvidado ni perdonado”, escribió la cancillería ucraniana en Twitter.

Moscú dijo por su lado haber alcanzado todos los objetivos marcados en Odesa, en el sur de Ucrania.

El ejército ruso dijo haber atacado “instalaciones donde se estaban preparando actos terroristas contra la Federación Rusa por medio de embarcaciones no tripuladas”. En esas instalaciones, aseveró, había mercenarios extranjeros.

“Todos los objetivos designados en los ataques fueron destruidos”, agregó el ejército ruso.

LA UE Y UNESCO EXPRESAN CONDENA

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) condenó “con la mayor firmeza” los “brutales bombardeos” rusos que impactaron varios sitios del centro de Odessa, declarado patrimonio mundial de la humanidad, en especial la catedral de la Transfiguración, de 200 años de antigüedad.

Estas terribles destrucciones significan una nueva escalada de la violencia contra el patrimonio cultural de Ucrania”, denunció Audrey Azoulay, la directora general de la Unesco, agencia de la ONU para la cultura, la educación y la ciencia.

Por su parte, el alto representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, calificó el ataque contra la catedral como un “nuevo crimen de guerra”.

“El terror constante de los misiles rusos sobre Odesa, bajo la protección de la Unesco, constituye otro nuevo crimen de guerra del Kremlin, que además ha demolido la principal catedral ortodoxa, un lugar que es patrimonio mundial”, lamentó en su cuenta de Twitter.